Foto: a J. Finney /Getty Images
Suena el We are the champions de Queen y uno se pregunta a sí mismo si ya acabó todo. Si, tras el campeón, se baja el telón. Y es una sensación de nostalgia, pero, a la vez de felicidad, después de tantas horas al otro lado de las teclas, día tras día, para llevarle a la gente toda la información posible para que, entre todos, podamos disfrutar lo mejor posible de la fiesta del tenis…Sí, uno se pregunta si ya acabó todo. Porque en Madrid, el tenis fue, es y será siempre una fiesta. Allá donde la raqueta se encuentre golpeando a una bola.
He tenido la suerte de vivir, en mis primeros años, el Mutua Madrid Open como aficionado y, años más tarde, como periodista. Son experiencias muy distintas. En la primera de ellas vas a disfrutar, a entregarte a tu ídolo y a espetar a favor de auparle los ánimos. Te llevas fotografías y firmas. Haces colas hasta las tantas para intentar llamar su atención y que se acerque, al menos, a saludarte. Y marchas para casa después de un día –si no tienes abono para más jornadas- con la sensación de satisfacción plena.
Pero cuando eres periodista, las cosas son distintas. Y no por diferentes dejan de ser satisfactorias e incluso, si me dejas decirte, inexplicables. Para empezar, tienes una responsabilidad muy importante en el torneo con más renombre de España: contarle a la gente todo lo que suceda, lo mejor posible y en el menor tiempo posible tras la conclusión del partido y/o la rueda de prensa; por ejemplo. Eso requiere, uno, estar muy al tanto de todo, dos, ser capaz de analizar y extraer lo más importante al mismo tiempo para después, o incluso a la vez, ir contándolo en un texto y tres, comer a destiempo y soportar algo de presión mental.
Todo esto te priva, a veces, de disfrutar del partido en directo y estar sometido a una televisión en la sala de prensa. Hay días que incluso vas a trabajar y no ves un partido en la pista. Así son las cosas. Pero, déjame decirte que ese sacrificio se compensa con los momentos maravillosos que te da esta profesión y que hace que me considere un privilegiado. Porque, los periodistas, somos testigos directos de los hechos, y como testigos, tenemos las primeras declaraciones de un jugador/a después de ganar o perder.
Es una espera interminable en la rueda de prensa. Para que os hagáis una idea: sabes que, tras la puerta de la sala de conferencias, en cualquier momento, va a aparecer una leyenda de este deporte como pueda ser Nadal o Djokovic. ¿Cuánta gente pagaría por estar a dos metros de estos tipos? Por eso somos privilegiados y por eso este oficio, como decía García Márquez, es el más bonito del mundo.
No solo los ves en la pista –si la jornada te deja tiempo para subir- sino que además tienes la oportunidad de escucharlos antes que el resto de gente e incluso puedes cuestionarles. Además, si te lo permiten, para más inri, puedes tener una entrevista privada con alguno de ellos para el medio en que trabajas. Párate y piénsalo un momento. En serio.
Cubrir un Masters 1000 es una locura. Y eso que yo no soy periodista de agencia. Esa gente va aparte (mucho trabajo). A veces, en medio de la redacción de un texto, cuando estás concentrado buscando la palabra idónea, se oye un ¡Ohhh! en la sala de prensa. Sí, no estamos en la pista, pero también festejamos los puntos. ¡Y qué te voy a contar! La familia tenística es como todas. Hay gente de toda clase. Unos más tímidos. Otros que nos conocimos, por primera vez, después de haber estado en contacto por las redes sociales y muchos otros que ni nos conocemos ni sabemos a qué medio pertenecemos.
Sin embargo, todos vamos con la misma misión: disfrutar para contarlo. Porque no hay cosa más bonita en esta profesión que moverse entre estrellas mundiales diariamente para haceros llegar al resto lo que dicen. Somos unos intermediarios privilegiados y eso, eso no lo cambio por nada en el mundo.
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/803341748047147008/IDk8FirA.jpg” ]DAVID SÁNCHEZ: @DASanchez__. Periodista Freelance especializado en tenis. Voleador nato en la red 2.0 y un jugador regular desde fondo histórico. Ágil y con capacidad de adaptación a todo tipo de superficies textuales. Español pero cosmopolita gráfico. He publicado en medios como CNN Chile, Sphera Sports, SportYou o VAVEL y colaborado con emisoras radiofónicas como Libertad FM o Radio Internacional. En Match Tenis disfruto peloteando entre siglos.[/author]
