Hasta ahora, las noticias relacionadas con el brasileño Thomaz Bellucci hablaban de una supuesta lesión en su tendón de aquiles, la cual lo tenía alejado de las canchas desde hace cuatro meses. Sin embargo, en las últimas horas salió a la luz el verdadero motivo de su prolongada ausencia en el circuito: dio positivo en un control antidoping.
El brasileño no juega en el circuito desde agosto del año pasado. Su último torneo fue el de Bastad, el torneo sueco.
El jugador de 30 años fue sometido a un control antidopaje el 18 de julio, en Suecia, durante el torneo de Bastad, y allí se le detectó la presencia de hidroclorotiazide en su organismo, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidoping (WADA) al ser considerada como un diurético que puede ocultar otras sustancias. En consecuencia, el actual N°112 del ranking ATP se encuentra cumpliendo una suspensión de cinco meses que le impuso la Federación Internacional de Tenis (ITF) por haber dado positivo en dicho control.
La lesión en el tendón de Aquiles si existió, pero fue utilizada para ocultar lo que realmente sucedía con Bellucci, pues el nacido en San Pablo hizo lo que se conoce como una “prohibición silenciosa”, avalado por la Federación Internacional de Tenis, que a través de un comunicado explicó por qué el caso no había salido a la luz: “Bajo el programa, solo casos de suspensiones provisionales obligatorios o voluntarios son anunciados antes de la emisión de una decisión final.” Lo que resulta extraño es tiempo atrás, que la misma ITF había declarado que todas las suspensiones de dopaje, incluso las provisionales –como es el caso del brasileño- serían comunicadas.
“Jamás tomé algún tipo de suplemento o cualquier otra sustancia que pudiera favorecer mi rendimiento o para incumplir las reglas del deporte. Nunca imaginé que un multivitamínico hecho en una farmacia podía sufrir contaminación cruzada en dosis mínimas, porque siempre tuve mucho cuidado en respetar las reglas”, aseguró el jugador, que incluso se sometió voluntariamente a exámenes de orina y de cabello en el exterior para probar que no había usado sustancias prohibidas.
Sucedió justo cuando me estaba recuperando de una lesión, en una importante transición en mi carrera, me mudé a Florida para entrenar allí y alcanzar mi máximo potencial en los próximos años”; pero la notificación que recibió el pasado 18 de septiembre lo obligó a cambiar de planes. “Estaba tan seguro de mi inocencia que paré la gira para regresar y preparar mi defensa”, comentó.
Todos los resultados de los exámenes proporcionados por la defensa del jugador arrojaron resultados negativos que posteriormente fueron aceptados por la ITF. Sin embargo, el ente rector del tenis consideró que el jugador debió haber chequeado la procedencia del multivitamínico, además de verificar que la farmacia donde lo adquirió cumplía con las normas regulatorias, a fin de evitar la contaminación que desató la situación.
Por tal motivo, “la ITF optó por un mínimo de 5 meses -lo mínimo posible- después de considerar la diligencia y reputación de Thomaz, así como toda la evidencia médica y científica presentada, junto con el consumo involuntario de la sustancia y la falta de mejora del rendimiento”, según las declaraciones del abogado defensor Pedro Fida.
Bellucci perdió los puntos ganados en Bastad y fue multado con 4.875 euros por su participación en singles, más 3.720 euros por su participación en el dobles. La suspensión impuesta al zurdo finalizará el próximo 31 de enero.
El caso Bellucci le abre la puerta a un gran interrogante, más si nos fijamos en la coyuntura de los últimos seis meses, en los que una alta cantidad de jugadores llevan varios meses por fuera del circuito; ¿habrá alguno que esté pasando por la misma situación del nacido en Brasil?
[author image=”https://pbs.twimg.com/profile_images/742066367357161472/-CXpz_zc_400x400.jpg” ]Marcelo Becerra Concha (Twitter: @Marcelob11) Nací en Bogotá, tengo 22 años, soy estudiante de Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de La Sabana. Fanático del fútbol argentino y el tenis[/author]
