Magistral, esa es la palabra precisa para describir el juego que mostró Novak Djokovic en la final del ATP 500 de Beijing. Su rival, Tomas Berdych, tan sólo fue un espectador más. El serbio apabulló al número siete del mundo y con parciales de 6-0 y 6-2 en algo más de una hora de juego, logró su quinto campeonato en este evento y el número 46 de su carrera.
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Definitivamente el número uno del mundo y el Abierto de China tienen una relación más que especial, podría decirse, soñada. Desde la primera vez que pisó el cemento azul de este torneo, sólo conoce la victoria. 2009, 2010, 2012, 2013 y 2014, dejan como resultado cinco títulos, 24 victorias y 48 sets a favor (tan sólo tres en contra) y una sola sensación: Beijing tiene nombre y apellido, Novak Djokovic.
Su quinto título en el segundo evento más importante de China, después del Masters 1000 de Shanghái, se produjo, tras una magistral clase de tenis. Bercych no pudo hacer nada, más que admirar la brillante jornada que tuvo su rival. De un lado del campo, había magia, alegría y frescura, del otro lado, desesperación, decepción y tristeza, plasmadas en sonrisas irónicas.
A lo largo del encuentro todo fue para Djokovic. En la primera manga su efectividad del primer y segundo servicio no bajó del 70%, sus tiros ganadores doblaron sus fallos y aprovechó tres de las cuatro oportunidades de quiebre. En tanto, Berdych padeció el efecto contrario. El saque nunca estuvo a la altura (su efectividad nunca pasó del 45%), no tuvo opciones de romper el servicio de su rival y sus errores no forzados, lo condenaron a un categórico 6-0.
Para el segundo set la situación no cambió en absolutamente nada. ‘Nole’ tomó rápidamente el servicio del checo en dos ocasiones y se montó en la pizarra por 5-0. Allí tuvo varías opciones para cerrar el encuentro, sin embargo, con su ayuda, Tomas despertó y quebró el saque del serbio por primera vez. Al final, la diferencia era bastante grande, y en su segunda oportunidad para cerrar el partido, logró hacerlo.
Djokovic de esta manera logra el quinto campeonato del año en seis finales. Anteriormente se había coronado en Indian Wells, Miami, Roma y Wimbledon. Por su parte Berdych, demostró que una vez más que no es un jugador de finales. En 2014 perdió su tercera definición consecutiva y su único título del año se remonta al ATP 500 de Rotterdam
