El australiano ha vuelto a sacar lo peor de su repertorio. Kyrgios juega al tenis, pero no está impregnado por los valores de este noble deporte. Actualmente, número 41 del mundo, parecía destinado a ser uno de los referentes en el futuro. Sin embargo, está diseñando una estrategia claramente autodestructiva. Jose mourinho dijó una vez: «hay una estrecha línea entre la confianza en sí mismo y la arrogancia», y Kyrgios hace tiempo que saltó esa línea y la borró.
Foto: Florian Eilese /Wimbledon
Las polémicas de Kyrgios no tienen fin. Tampoco resulta sencillo recordar donde empezó todo, tal vez el éxito en su carrera vino demasiado pronto. Campeón de roland garros dobles) y Australia junior, su carácter está fuera de control. Tiene declarada una guerra contra el mundo y en esas batallas contra el universo, este acaba ganando. Público, Nadal, Wawrinka, árbitros, todos forman parte de su red de enemigos que crece como sus detractores en las redes sociales. Las faltas de respeto son continuas en su patrón de juego, no pierde ocasión en mirar a todos de forma desafiante y su rostro inspira una arrogancia extrema.
Posiblemente, Kyrgios no es consciente que el tenis presenta notables diferencias respecto a otros deportes. Afortunadamente, no verán en una pista de tenis a miles de personas insultar a un jugador ni tener conductas fuera de los límites de la deportividad. Los tenistas se hacen grande desde el respeto, siendo conscientes que la victoria es efímera y la derrota llega en cualquier momento. Son cientos los ejemplos que tenemos en la mente con Federer, Nadal, Djokovic, Murray y compañía. Se aplauden los puntos de los rivales, sin duda, es un gran ejemplo para que los niños aprendan valores imprescindibles en la vida. De todo eso, Kyrgios no sabe nada, por lo tanto, Kyrgios no es tenis.
Creo firmemente que la ATP debería sancionar a Nick por su actitud grosera, altanería y desprecio hacia el mundo tenístico. No debe permitirse que falte el respeto al público (que indirectamente le paga), a rivales (compañeros de profesión) o árbitros ( a los que se le debe máximo respeto y son imprescindibles para el espectáculo). El tenis con el paso de los años ha mantenido su noble esencia y es un gran espejo donde ver los valores supremos del deporte: superación, compañerismo, esfuerzo y valentía. La irrupción de personajes estilo Kyrgios amenaza con romper un orden bien establecido y es el momento de apartar esas actitudes que no tienen espacio en el tenis.
[author image=»https://media.licdn.com/mpr/mpr/shrinknp_400_400/p/3/005/09a/0da/1825e08.jpg» ] Alejandro Pinedo Solano: @Alejandropine29 El ojo de halcón da otra visión del tenis. Juego a juego, se ganan los partidos y el respeto[/author]
