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NADAL: UN REGRESO CON INFORTUNIOS

por Andrés Peraza
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El retorno de Rafael Nadal al circuito luego de la lesión en la muñeca que lo afectó meses atrás no sólo ha dejado varias incógnitas, sino que ha estado marcado por un par de adversidades que han hecho que la reaparición sea más forzada y complicada. La jornada de este miércoles le ha dado un espaldarazo más: lo dejó fuera de carrera del Masters 1000 de Shanghái, ciudad donde defendía semifinales.

Foto: Shanghái Rolex Masters

Foto: Shanghái Rolex Masters

Apostar que el regreso de Nadal a la competencia iba a ser espléndido era un riesgo tremendo. De por sí, todas la vueltas después de un parate, ya sea por lesión, sanción o cualquier otra circunstancia, siempre van a necesitar un tiempo de adaptación y aclimatación que por obvias razones se ha perdido. Casos especiales pueden existir donde los retornos son exitosos. El propio Rafael Nadal lo vivió a inicios de 2013, donde después de 7 meses de estar inactivo (por lesión en la rodilla) reapareció a lo grande ganando 10 títulos y apenas cayendo en 4 finales.

Para muchos, el ibérico podía emular lo del pasado año y afrontar con triunfos una de las etapas de la temporada donde siempre ha tenido más inconvenientes: la que prosigue después del US Open. Lo cierto es que los escenarios eran completamente distintos: aquella ocasión volvió en la arcilla, la superficie predilecta de Nadal y donde siempre se ha sentido confortable y que puede, hasta cierto punto, disimular las falencias propias de un regreso. Esta vez el cemento fue testigo de su reingreso, una pista que requiere otro tipo de acondicionamiento para hacer pie y recuperar sensaciones.

A pesar de todo, Nadal se estrenó en Beijing con impresiones más que positivas doblegando firmemente al francés Richard Gasquet y un par de días más tarde al alemán Peter Gojowczyk. Pero todo se fue al abismo cuando pisó en falso ante Martín Klizan: allí dejó ver las complicaciones que aún arrastraba en su juego y la incapacidad de poder mantener las ventajas que poseyó, un aspecto que contra Feliciano López, en Shanghái, también experimentó.

Su salida en cuartos de final en el ATP 500 dejó sobre la mesa la primera adversidad que debía sortear ‘El Matador’: el no defender la final en el evento permitía que Roger Federer en el siguiente Masters 1000 pudiera arrebatarle la segunda posición en el ranking; aunque, a juicio propio, considero que era uno de los puntos con menos prioridad para él en el inicio de esta etapa. Pero no todo quedó ahí: ya en Shanghái, Nadal no pudo entrenarse el pasado lunes por dolores abdominales, y cuando nada podía ser peor, el mismo jugador confirmó padecer un principio de apendicitis desde el domingo por el cual estaba siendo medicado, pero que iba a intentar jugar contra su compatriota Feliciano López; además, tomando el hecho que no quería operarse en un país que no fuera el suyo. Desde ahí se abrió el debate: ¿Debía o no jugar? ¿Era arriesgado asumir un partido que podía complicar su estado de salud? ¿Hacía bien o mal el español con su decisión? Respuestas iban y venían y rondaban los escritos de los medios internacionales, las opiniones expertas y personales de periodistas y aficionados.

Riesgo o no, el español saltó como siempre a la pista buscando iniciar el camino para conquistar un título esquivo, y defender la actuación del año pasado. De inicio, Nadal dejó en clara evidencia que no estaba bien, por momentos estático y por otros con movilidad, pero que no compensaba con la profundidad de sus golpes. Tener un rival de las condiciones de Feliciano López dificultaban aún más las cosas. Impreciso y aparentemente condicionado por algún signo de dolor, el balear dio ventajas que aprovechó su compatriota sin titubear. Set abajo, trató de inclinar la balanza a su favor y lo consiguió con un quiebre tempranero que llevó consigo hasta el final pero que dejó escapar cuando sacaba para ganar el parcial, dejando ver -como contra Klizan- que el mantener una superioridad le está costando; de igual forma sucedió en el tiebreak, donde dejó escapar dos mini-quiebres y hasta un set point con su servicio.

Sorpresa o no, el adiós de Rafael Nadal en Shanghái se consumó así como la pérdida de su segundo puesto en el ranking con la posterior victoria de Roger Federer. Dejando en el aire su condición física y el nivel que atraviesa su juego, el español parte camino a casa en busca de descanso y de prepararse para lo que falta de año, ya que según diversos medios, el jugador se operaría a final de año por la apendicitis que padece. En el horizonte aparecen Basilea, París-Bercy y el Torneo de Maestros como campeonatos para encontrar un punto de inflexión de cara al próximo año pero sin dejar de lado la opción de poder conquistar alguno de los tres trofeos.

[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg» ]Fabián Valeth Orozco @Harryelpote: Redactor en jefe de Match Tenis. Creador de TenisBreak. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]

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