A sus 32 años, el máximo referente del deporte chino le ha dicho adiós al tenis. Los rumores que corrían este jueves en los medios asiáticos terminaron siendo ciertos y este viernes, 19 de septiembre, sobre el mediodía de Beijing, Na Li ha confirmado que deja la actividad competitiva oficialmente, tras no lograr recuperarse totalmente de los problemas que han aquejado a sus rodillas a lo largo de los 15 años en el profesionalismo.
Foto: mirsasha / Foter / CC BY-NC-ND
La campeona de Roland Garros 2011 y el Abierto de Australia 2014, anunció su decisión de apartarse las canchas mediante una carta que publicó en su cuenta oficial de Facebook. «Tomar la decisión de colgar mi raqueta, fue mucho más complicado que ganar siete partidos al hilo en el calor de Australia. Me tomó varios meses de agonía pero finalmente llegué a la decisión de que mis lesiones crónicas nunca más me dejarían ser la tenista que fui».
La jugadora china se retira del tenis profesional con cuatro cirugías en sus rodillas: las primeras tres fueron en la articulación derecha entre 2008 y 2009, mientras que la última se produjo esta temporada en su rodilla izquierda, justo después de su eliminación de Wimbledon. «Por mucho que intenté volver a estar en el 100%, mi cuerpo me dice que a los 32 años, no voy a ser capaz de competir en un nivel superior nunca más», afirmó la primera tenista asiática en meterse al top 10 del ranking femenino.
Sin llegar a imaginarlo, ese partido de tercera ronda del tercer Grand Slam del año ante la checa, Barbora Zahlavova, sería el último de su carrera profesional, ya que un mes después confirmaría su ausencia en la gira norteamericana.
El éxito deportivo de Na LI en su país, radicó en ser la primera jugadora en la historia de Asia en ganar un Grand Slam (Roland Garros 2011). Esto la llevó a ser considerada como una de las personas más influyentes de su cultura en la última década. Así mismo, el marketing deportivo, fijó en su imagen, la carta de presentación para ingresar a uno de los mercados más competitivos del mundo.
La asiática se despide del circuito WTA con un palmarés que seguramente pocas jugadoras podrán alcanzar. Nueve títulos profesionales en sencillos (dos Grand Slams), dos en dobles; un cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008; 503 victorias y el lugar número dos como mejor posición en el ranking femenino. Y claro está, una de las sonrisas más amenas de la historia del deporte blanco.
