Momento de tomar unas líneas para repasar los tenistas que le dijeron adiós al tenis en el 2014. Aquellos que colgaron la raqueta por diversas circunstancias y ahora pasan a ver el deporte desde otra perspectiva.
Foto: Robert Maksir
Nikolay Davydenko. Su casa, Moscú, fue el lugar ideal para que Nikolay le avisara al mundo que ya era momento de dejar el tenis de lado. Sin acción desde Roland Garros y debido a una lesión en la muñeca que lo tenía maltrecho y desahuciado, el ruso le puso fin a una carrera que le dio más gloria que desazones. Se llevó 21 títulos -destacando la Copa de Maestros de 2009 (venciendo a Rafael Nadal y Roger Federer) y los Masters de Miami y París-, la Copa Davis de 2006 y actuaciones destacadas en los Grand Slam aunque nunca llegó a disputar siquiera una final. Fue número tres del mundo y el primer tenista de su país en mantenerse en el Top Ten durante cinco años seguidos. «Decidí retirarme en junio después de Roland Garros. Sentí que no podía jugar al nivel al que solía jugar. He entrenado dos veces al día, pero sentía que no podía alcanzar los resultados que esperaba. Pero estaba esperando el momento en el que pudiese levantarme y decirme a mí mismo que era suficiente”. (Nikolay Davydenko baja su telón del tenis)
Olivier Rochus. Su estatura nunca fue un impedimento para que creciera en el tenis, de hecho, el belga alguna vez expresó «Cuando miro atrás, no puedo creer que haya logrado ésto. No podía esperar algo mejor con mi porte». El jugador de 1.63 metros abandonó la escena del deporte blanco en el Challenger de Mons, en su país, donde no hubo asiento disponible para verlo en la primera ronda. Se llevó a su vitrina dos títulos (Palermo y Múnich), llegó a ocho finales más y fue 24 del mundo en 2006, posición que al final sería su máximo en toda la carrera. En los 15 años que estuvo entre canchas y canchas alrededor del mundo, Rochus supo vencer trece veces a rivales Top Ten como Carlos Moyá, Marat Safin y a Novak Djokovic en el Masters de Miami de 2010. Además, en el dobles se dio el gusto de ganar Roland Garros en 2006 junto a su compatriota Xavier Malisse. «Estoy muy feliz por la manera en que terminó y seguiré adelante. Soy muy apasionado. Me encanta competir. Extrañaré el juego». (Rochus, en tierra de gigantes)
Marc Gicquel. El nacido en Túnez nacionalizado para Francia le puso fin al camino en el tenis en el mes de octubre en el Challenger de Rennes. Allí jugó un partido con su compatriota Nicolás Mahut, el mismo con el que había jugado su última final en dobles. El francés llegó a ser 37 del ranking ATP en el 2008, ganó 92 partidos y alcanzó tres finales (s-Hertogenbosch y dos veces en Lyon) sin lograr título alguno. Donde sí consiguió coronas fue en el dobles, modalidad donde conquistó cuatro trofeos y con compañeros distintos. Gicquel decidió dejar el tenis porque consideró que era un «momento justo».
Alex Bogomolov Jr. El ruso vio en el tenis una segunda oportunidad para demostrar de qué estaba hecho. Tiempo atrás pudo haber dejado las pistas tras una operación en la muñeca que lo tenía con muchas dudas, pero luego del nacimiento de su hijo en 2009 regresó con ansias. Su principal trofeo lo ganó en el Challenger de Dallas de 2011 y ese mismo año fue considerado como el tenista de «Mayor Progreso» lo que él mismo consideró como un respaldo para el trabajo que hizo. Fue 33 del mundo en el 2011 y ganó además el título de dobles en Atlanta junto a Matthew Ebden.
Paul Capdeville. Tal vez no logró la misma repercusión de Marcelo Ríos o Fernando González, sin embargo el chileno pudo representar a su país con templanza en diferentes partes del mundo. El de Santiago obtuvo la posición 76 como la mejor de su carrera en el 2009, ganó 48 partidos ATP y alcanzó el trofeo de dobles en el torneo de Viña del Mar en 2007 junto a Óscar Hernández. También tuvo resonadas victorias: en Copa Davis ante James Blake y John Isner, contra David Nalbandian y Tommy Robredo. Capdeville decidió bajar el telón el pasado mes de abril. «Gracias Chile por todo el apoyo dado. Estoy orgulloso por la generación de la que formé parte. THE END».
Evgeny Korolev. El moscovita de nacimiento deja el tenis de manera precoz. Apenas con 26 años, Korolev le puso fin a su carrera por problemas físicos que lo venían aquejando desde hace un tiempo y que le hicieron tomar la decisión. Fue 46 de la clasificación mundial en el 2010, ganó 74 partidos y alcanzó la final de Delray Beach, en el 2009, que perdió ante Mardy Fish. Desde hace cuatro años decidió representar a Kazajistán y fue uno de los baluartes del éxito que ha tenido esta nación en Copa Davis. «He tenido grandes años de gira, de competir a un alto nivel y jugar contra los mejores jugadores, junto con mi equipo», dijo Korolev, quien fue entrenado por su padre. «Esto fue genial y no me arrepiento de nada».
Bjorn Phau. El alemán acabó su carrera en octubre de este año en el marco del Challenger de Kosice con 35 años en la espalda. Aunque su protagonismo no fue tan mediático en el circuito, puede darse el gusto de haber vencido a Andre Agassi en 2006 en el torneo de Dubái. Phau fue 56 del ranking ATP en el 2006 y no alcanzó finales en singles ni en dobles.
Andy Ram. El israelí tuvo una gran repercusión en el mundo del dobles, modalidad donde obtuvo 19 trofeos y llegó a otras 18 definiciones. De hecho, logró ganar el Abierto de Australia junto a su amigo de siempre, Jonathan Erlich, el mismo con el que consiguió la gran parte de sus coronas. En una serie de Copa Davis disputada en la Florida, Ram le puso fin a su carrera en un apasionante partido de dobles ante Argentina.
Otros retiros del año: Rik de Voest, Ross Hutchins, Paul Hanley.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/473258143418314752/wPCdGPjm_normal.jpeg» ]Fabián Valeth Orozco @FabianV_: Redactor en jefe de Match Tenis. Director y productor de medios de comunicación. Amante del tenis y del periodismo deportivo enfocado hacia este deporte.[/author]
