Una pregunta frecuente entre los aficionados al tenis es: ¿Cuál es la diferencia entre los jugadores Top y el resto de jugadores del ranking mundial?
Todos los jugadores por debajo del 500 «pegan» bien, en general tienen buena técnica, servicios potentes y golpes ganadores. Físicamente son fuertes, rápidos y resistentes.
¿Entonces donde está el secreto?
La respuesta más común es que la diferencia está en la cabeza, en la fortaleza mental. ¿Pero cuál es exactamente esa cualidad mental que los hace superiores?
Yo lo resumiría en un sólo término:
RESILIENCIA
La resiliencia es: «La capacidad de hacerle frente a las adversidades de la vida, transformar el dolor en una fuerza motora para superarse y salir fortalecido de ellas. Una persona resiliente comprende que es el arquitecto de su propia alegría y de su propio destino». La resiliencia existe en todas las células del cuerpo. Nuestro organismo diariamente hace procesos de regeneración, de resiliencia.
Ahora traduzcamos esta definición en términos «tenísticos».
El tenis es un deporte de errores. Estadísticamente, un partido lo gana no el que más “winners” meta sino el que menos errores no forzados cometa. La estrategia básica del tenis es no cometer errores y buscar que el rival los cometa. Siempre van a existir los fallos, algunos son forzados por el rival y muchos otros son fallos propios-no forzados.
Un error es una adversidad que causa dolor y frustración.
¿Qué hacen los jugadores Top con los errores?
Los superan en muy corto tiempo, salen fortalecidos de ellos para seguir luchando.
La diferencia entre los jugadores muy buenos y los jugadores Top, son los límites de tolerancia al fracaso, o sea la resiliencia; cada bola que se pierde es un pequeño fracaso. Los grandes no se quedan en el error, lo asumen, lo borran y siguen adelante; se fortalecen de ese error para luchar con más energía. Y todo lo hacen, muchas veces, entre una bola y otra.
Vemos a Nadal y a Federer que ante los fallos actúan como si nada pasara. También vemos comportamientos diferentes como los de Murray y Djokovic, que pueden reaccionar negativamente en el instante, pero para el siguiente punto ya lo han superado y siguen luchando.
¿Entonces qué tienen en común estos jugadores? Son resilientes, transforman el error en una fuerza motora para superarse y salir fortalecidos.
Los padres y entrenadores sobre-protectores son los principales responsables de que los niños no sepan enfrentar la frustración, pretendiendo que no enfrenten problemas, ni que tengan contratiempos y tropiezos.
Formar a un hijo en una burbuja para que no sufra, donde no tenga inconvenientes, ni crisis, crea jóvenes que no son capaces de resistir y superar los obstáculos que les presenta la vida, inseguros de sí mismos y de sus capacidades. No adquieren habilidades para enfrentar el sufrimiento y manejo de la presión que representa jugar un partido de tenis. Fallar una derecha fácil o cometer una doble falta en un momento importante, son circunstancias que derrumban a algunos jugadores, su tolerancia al fracaso es mínima, porque no han tenido la oportunidad de aprender a que son capaces de superar sus errores de forma autónoma, que dentro de ellos está la fuerza para recuperarse.
Invito a los padres y entrenadores que formen enseñando a enfrentar y manejar los problemas y las crisis sin rendirse, sin sacar disculpas ni renegar. Enseñando a que en la vida y en el tenis, la única forma de lograr los sueños es volviéndose a levantar y continuar. Lo que los diferencia es la actitud, es la capacidad de ser resilientes.
Los tenistas, desde la formación, deben aprender que:
1. Siempre van a cometer errores
2. En el tenis competitivo se pierde más veces de las que se gana
3. Los errores y derrotas se asumen con RESILIENCIA, transformando la adversidad en una fuerza motora y mental para salir adelante
Es así como se triunfa en la vida y en el tenis. No es quejándose por los errores sino transformándolos en aprendizaje.
Para terminar, voy a usar una fórmula que conocí hace poco:
V= (C + H) x A
V = cuánto vales cómo persona. Para este caso: cuánto vales como tenista.
C = conocimiento / talento / técnica / golpes ganadores / servicios potentes.
H = habilidad / preparación física / fuerza / experiencia.
A = ACTITUD.
El talento, la técnica, la preparación física, la fuerza, todo suma, la ACTITUD MULTIPLICA.
Si te metes a la cancha con mala actitud, si cometes un error y la siguiente bola la recibes con mala actitud, tu resultado será malo. Si tu actitud es cero, el resultado será cero. La actitud con la que vamos en la vida, con la que entramos a la cancha debe ser de RESILIENCIA.
[author image=»https://pbs.twimg.com/profile_images/643225394565484544/_psHlZi3.jpg» ]Felipe Berón, Twitter @pipeberon: psicólogo de la Universidad Javeriana de Cali y entrenador de tenis de alto rendimiento, con una experiencia de más de 20 años en la élite del deporte blanco. En su palmarés está el haber sido capitán del equipo colombiano de Fed Cup, Copa Davis; además entrenador del equipo Colsanitas y de Santiago Giraldo.[/author]
