Ya son siete derrotas consecutivas las que acumula Ernests Gulbis. El número 14 del mundo emprendía una temporada llena de retos donde tenía que revalidar las grandes actuaciones que logró el curso anterior. Sin embargo, todo ha sido oscuro y a la fecha es uno de los pocos jugadores en el top 100 que no suma victorias ATP en el presente año. Ante eso, el letón, con cabeza fría, se sienta a analizar que sucede con su juego.
Foto: Copa Davis
“No estoy en buena forma en este momento”, dijo Gulbis tras perder esta semana ante Denis Istomin en sets corridos en el ATP de Dubái. “No siento mis golpes en lo absoluto. No tengo timing. No sé lo que está pasando. Tan pronto como pierdo el punto de impacto de la raqueta con la pelota, todo se derrumba”. Los problemas para el letón no son de ahora. Comenzaron después de lograr el mejor resultado de su carrera (semifinales de Roland Garros). El hombro, su carma.
Tras Wimbledon, los resultados del volátil jugador bajaron considerablemente. De 30 victorias que logró en los primeros seis meses del 2014 (dos títulos), el ítem descendió a tan sólo 10 en la segunda parte del año. “Realmente he luchado desde entonces, incluyendo el US Open. Sabía que la lesión no podía empeorar pero necesitaba tiempo para que mejorara (el hombro) y por eso tenía que esperar hasta que acabara la temporada”.
Las cinco derrotas del presente año de Gulbis tienen una explicación. “En la pretemporada nunca pude entrenar al 100% ya que siempre estuve intentando recuperarme físicamente, incluso durante dos semanas no jugué al tenis. Todo se juntó”, explicó.
Las soluciones del exnúmero 10 del mundo están a tiro de mano y sabe que, por su particular forma de jugar y sentir la bola, lo que necesita es tiempo. “Dos semanas estaría bien para tener unas buenas prácticas y entonces puedo cambiar el panorama. No soy de esos jugadores que pueden cambiar todo en dos o tres días, eso es imposible para mi.”
El oriundo de Riga volverá al ruedo en Indian Wells, evento donde tendrá que demostrar que los problemas de hombro y la falta de confianza son cosas del pasado y así encaminar un año que pintaba para grandes cosas.
Redacción MATCH TENIS
