Esta temporada se cumplen tres décadas de la inauguración del torneo de Marruecos, que durante sus primeras cuatro ediciones fue un Challenger y que a partir de 1990 se convirtió en torneo ATP. Más allá que se juegue en África, continente, en el que el tenis no tiene mucha cabida, el evento tiene una particularidad: en trece de sus veinticinco ediciones ha quedado en manos de tenistas españoles y argentinos.
Sin duda alguna la tierra batida es una superficie iluminada para los tenistas de habla hispana. Españoles y argentinos a lo largo de la historia se han caracterizado por tener un juego que se acopla a este terreno. excelentes estados físicos, gran capacidad para mantener la bola en cancha y manejo a placer para deslizarse, hacen de estos, duros huesos de roer.
Lo anterior queda demostrado en el extinto ATP de Casablanca, que a partir de esta temporada se juega en Marrakech. Los españoles durante su paso por el polvo de ladrillo africano han bailado flamenco a placer y esto ha quedado demostrado con las nueve coronas que han alzado (Guillemo García López, 2014; Tommy Robredo, 2013; Pablo Andujar, 2012 y 2011; Juan Carlos Ferrero, 2009; Fernando Vicente, 2000; Alberto Martin, 1999 y Tomas Carbonell, 1996). Asimismo pasa con los argentinos, pues a ritmo de tango, escoltan a los europeos en este evento, con cuatro títulos (Mariano Puerta 2005, Guillermo Cañas 2001 y Guillermo Pérez Roldan 1992 y 2993).
Sin duda alguna los españoles y argentinos, siempre que llegan a Marruecos son los tenistas a tener en cuenta y para la edición 2016 del torneo africano no puede ser la excepción. Guillemo García López, máximo favorito a la corona, es un hombre a tener en cuenta, al igual que sus compatriotas, Nicolás Almagro, Albert Montañés y el joven Pablo Carreño Busta. Entretanto, por el país sudamericano, Facundo Bagnis, ya instalado en los cuartos de final, es el jugador a no perder de vista. ¡OJO, en África se baila Flamenco y Tango!
Redacción Match Tenis